AMEDEO MODIGLIANI, en la mejor tradición italiana, pintaba al óleo sobre lienzo, pero muchas veces quizá por sus aprietos económicos, tuvo que usar ambos lados de la tela.
Si bien creó un estilo propio y original, no lo basó primordialmente en cuestiones técnicas. Quizá haya sido en parte por eso que la crítica artística tardó en reconocerlo.
Su manera de pintar está embebida de las influencias vanguardistas de la época, en las fuertes pinceladas de resonancias expresionistas, o en el uso del color, puro, concentrado y vibrante.
Modigliani encuentra, gracias a su aventura escultórica, una innovación similar a la del cubismo al allanar en sus cuadros la profundidad del campo visual, rompiendo con la perspectiva tradicional.