Estilo de pintura y diseño que se desarrolló en el Imperio Bizantino
del año 330 al 1453.
Fue totalmente religioso y espiritual;
como la Iglesia Ortodoxa impuso severas restricciones al arte,
las pinturas describían personajes y escenas sacras
con diseños formales, con frecuencia bidimensionales,
sin peso ni volumen,
con figuras estilizadas o Iconos.
Los bizantinos utilizaron la hoja de oro y el color vivo y luminoso
para crear una atmósfera irreal y sugestiva.