Marty Bell nació en 1931.
Impulsada por la pasión
que siempre tuvo por la pintura,
su talento que está a la vista
nos deja la gloria de la expresión artística
elevada a su máxima potencia.
Comenzó a pintar en 1968.
A pesar de ser autodidacta,
estuvo mucho tiempo enseñando, compartiendo sus inquietudes,
con 40 alumnos al principio de su carrera.
Por la alta popularidad de sus pinturas y originales
cerró su escuela de Arte
y se dedicó exclusivamente a su propio trabajo.
Desde que ella falleció en 2003,
Steve, su marido, y Mark, su hijo,
se dedican al negocio y a difundir su obra.
Sus obras son maravillosas y relajantes,
nos invitan a soñar en un mundo idílico
reflejando, como todo artista,
el alma de su creador.
Marty ha vendido más de 100 reproducciones de edición limitada
y más de 2000 pinturas originales.