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martes, 2 de enero de 2018

FRANCIA: Camille Claudel y Auguste Rodin






Auguste Rodin fue el más importante impresionista en la escultura y su mujer, Camille Claudel, se destacó junto a él.

Nacida en 1864 en Villeneuve, Camille logra la comprensión de su padre mientras que su madre se opone duramente a lo que considera una desviación radical de las reglas que rigen la vida burguesa en la sociedad del momento. Sólo encuentra consuelo en su hermano Paul, quien se convertirá con los años en un célebre escritor.

Cuando la familia se traslada a París, ella se inscribe en la Académie Colarossi y mantiene un estudio junto a tres amigas inglesas. Su encuentro con el escultor Auguste Rodin desemboca en una relación amorosa.


Camille posa para él y colabora en la realización de las figuras de la monumental Puerta del Infierno. La obra de la escultora, muy cercana a la de su maestro, es una mera copia. Se produce entre ambos un clima de colaboración y enfrentamiento que enriquece la labor de ambos.

La pareja frecuenta los ambientes artísticos y culturales más importantes de París de la época y pasan juntos largos períodos fuera de la ciudad pero Rodin está unido sentimentalmente a otra mujer, Rose Beuret, a quien no tiene intención de abandonar.


Una vez rota su relación con el escultor, entra en su vida Claude Debussy quien también está unido a otra mujer. Mientras, sus obras alcanzan cierto éxito y aparecen con frecuencia artículos en las revistas de arte.

Algo inestable emocionalmente, sus crisis nerviosas empiezan a ser cada vez más frecuentes llegando en algunas de ellas a destruir parte de su obra.

No encuentra apoyo en su familia pues su madre y su hermana siguen siendo hostiles a su forma de vida y su hermano Paul está lejos. A la muerte de su padre en 1913 es recluida en un sanatorio psiquiátrico del que ya no saldrá pese a su recuperación y a sus desgarradores ruegos que dirige a su hermano. Finalmente muere en la institución en 1943.


"Tras abandonar la obra realizada a lo largo
de toda mi vida,
me obligan a cumplir los años de prisión
que tanto merecían ellos".

Eso fue escrito por Camille Claudel al cumplirse el séptimo año de lo que ella misma calificaba como "penitencia": su internación en el manicomio.


Más conocida por su atormentada existencia que por la calidad 
de su producción y la extraordinaria modernidad de sus obras, 
Camille posee una gran habilidad técnica
para la escultura dominando a la perfección
la talla del mármol.

Si bien sus primeras obras llevan el sello indiscutible de Rodin,
en las piezas consagradas del escultor
se percibe claramente la mirada de Camille
quien llegó incluso a permitir
que él firmara sus obras.